Conozca las fechas para realizar la declaración de renta 2022

Pronto iniciará el calendario tributario de la DIAN y en Crediquintas queremos informar a nuestros Asociados sobre las fechas y plazos para que cumplan con este y eviten sanciones o multas por no presentar la declaración a tiempo.

La temporada para el pago de este impuesto comenzará este 9 de agosto y continuará hasta el 19 de octubre. A continuación compartimos el calendario tributario para personas naturales.

Tenga en cuenta que las fechas están asignadas según el último número de su NIT, el cual puede encontrar en su RUT, sin incluir el número de verificación.

Tomado de: Calendario Tributario DIAN 2022

Así por ejemplo, si su NIT termina en 01 y 02, su fecha límite para presentar la declaración de renta será el 9 de agosto. 

Recuerde que la declaración de renta es la información que se presenta ante la DIAN con el fin de dar cuenta de su situación financiera con respecto al año anterior. 

La entidad evalúa sus ingresos, bienes compras, consumos, consignaciones y transferencias para calcular el valor del impuesto que debe pagar, si aplica para este. 

¿Cómo saber si debo declarar renta en 2022? 

Si en el 2021 cumplió con alguna de las siguientes condiciones debe presentar la declaración del Impuesto sobre la Renta y Complementarios

  • Si su patrimonio bruto fue superior a $163.386.000. 
  • Si sus ingresos brutos fueron iguales o superiores a $50.831.000.
  • Si sus consumos con tarjeta de crédito fueron  superiores a $50.831.000. 
  • Si sus compras y consumos totales fueron superiores a $50.831.000. 
  • Si sus consignaciones bancarias, depósitos o inversiones financieras tuvieron un valor total.  acumulado superior a $50.831.000. 
  • Si fue responsable del Impuesto sobre las Ventas – IVA al cierre de 2021.
Tomada de: Comunicado de prensa DIAN

Banco Agrario ofrecerá gratis en nuevo portal web educación económica y financiera

En el portal web del banco podrá encontrar información del sistema financiero, presupuesto, ahorro, crédito y cultura de hábito de pago

Banco Agrario de Colombia anunció que en línea con su apuesta por la generación de equidad en el país, llevará capacitaciones sobre educación económica y financiera a los colombianos, en especial, a los habitantes de las zonas rurales y rurales dispersas, y así llegar a diferentes poblaciones como niños y jóvenes, mujeres, reincorporados, víctimas, emprendedores y productores del agro, entre otros.

En el portal https://aulafinanciera.bancoagrario.gov.co/ se encuentran contenido gratuitos, con módulos que generan certificados de realización y están relacionados con temas variados y de gran interés como el sistema financiero, presupuesto, ahorro, crédito y cultura de hábito de pago, derechos, deberes y mecanismos de protección, metas y proyectos de vida; seguros y pensiones.

El banco expresó que el objetivo de esta iniciativa es transmitir los conocimientos necesarios para que las personas puedan tomar las mejores decisiones para el manejo de su dinero, lo que les permitirá alcanzar sus metas y objetivos, así como generar el conocimiento necesario que promueva un mayor acercamiento hacia la Inclusión financiera.

“El Banco Agrario invita a todos los interesados a que ingresen a la página web y fortalezcan sus conocimientos en este campo, lo que será de gran utilidad para mejorar sus finanzas tanto personales como del hogar y de sus proyectos en general”, expresó la entidad financiera.

Fuente: La Republica

https://www.larepublica.co/finanzas/banco-agrario-ofrecera-educacion-economica-y-financiera-gratuita-a-los-colombianos-3150724

Cooperativas, base de la asociatividad económica

La ayuda mutua, responsabilidad, equidad y solidaridad son algunos de los valores que sustentan su actividad. Hoy son más de 3.000 en el país.

El sector cooperativo ha tenido sus altas y bajas, pero la crisis económica de 1998 es la más recordada, pues llevó a la liquidación de 49 cooperativas financieras, al cierre de 700 oficinas, afectó el patrimonio de 1.700 asociados e impactó a 800.000 ahorradores.

A partir de allí, se dio un giro del sector cooperativo y solidario, que ha sabido sortear las distintas crisis. En la más reciente, ocasionada por la pandemia, el impacto se ha sentido, pero no en los niveles de las décadas anteriores. El presidente Ejecutivo de la Confederación de Cooperativas de Colombia, Carlos Acero Sánchez, asegura que solo hasta 2021 conoceremos los impactos reales. Por ahora, se ha respetado el empleo de los trabajadores y los ahorros de los asociados no han sufrido detrimento alguno.

Añade que con la pandemia, las cooperativas, fondos de empleados y asociaciones mutuales adoptaron medidas de contingencia tendientes a darle continuidad a la prestación del servicio, y con recursos propios, $350.000 millones, han beneficiado con alivios a los asociados que han entrado en dificultades.

Considera que las personas siguen viendo en la actividad cooperativa una oportunidad para acceder al crédito y resolver sus necesidades.

Martha Nury Beltrán Misas, superintendente de la Delegatura del Ahorro y la Forma Asociativa Solidaria de la Superintendencia de la Economía Solidaria, comenta que la entidad monitorea permanente los servicios de las cooperativas, fondos de empleados y asociaciones mutuales para evitar los malos manejos.

Universo cooperativo

En Colombia, según Confecoop, hay 3.205 cooperativas en el desarrollo de por lo menos 25 actividades económicas, entre ellas ahorro, crédito, consumo, transporte, seguridad y vigilancia privada, de profesionales, de trabajo, salud, comercialización, agropecuarias, servicios, turismo, servicios públicos, recreación, bienestar, seguros, educación y de vivienda, entre otras, y que se dividen en cooperativas de productores como las de industria, producción y trabajo y de usuarios como las de ahorro y crédito.

De acuerdo con el tipo de actividad, se da su vigilancia y regulación. Es decir, las que prestan servicio de transporte deben reportarse ante la Superintendencia de Transporte, las de vigilancia a la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada, las de salud a la Superintendencia Nacional de Salud, y de esa manera con las demás.

En los 32 departamentos del país existen cooperativas legalmente constituidas. Según datos de Confecoop, en 520 municipios hay como mínimo una domiciliada, y llegan con sus servicios a cerca de 900 localidades.

En Colombia, en el servicio de ahorro y crédito, son cinco cooperativas las autorizadas, todas con domicilio en Antioquia, aunque su presencia es nacional: Cootrafa, Confiar, JFK, Coofinep y CFA. Estas son vigiladas por la Superintendencia Financiera debido a la naturaleza de sus servicios. Las otras 181 cooperativas financieras de ahorro y crédito, las que solo prestan servicios a asociados, son vigiladas por la Superintendencia de la Economía Solidaria.

Hay un banco de naturaleza y propiedad cooperativa, Compensar, y un banco de propiedad cooperativa, Bancoomeva. Además, hay una compañía de financiamiento comercial, propiedad de la Cooperativa Juriscoop.

Esta red de servicios cooperativos financieros, tiene alrededor de 960 oficinas de atención en todo el país, con 3.8 millones de asociados, 85 % son ahorradores y 65 % tomadores de créditos y servicios.

Fondos y mutuales

Hay otras formas cooperativas y solidarias: los fondos de empleados y asociaciones mutuales. Los fondos de empleados en el país son cerca de 1.600 y asocian a unos 1.1 millones de personas, su característica principal tiene que ver con que el asociado debe ser empleado, prestar servicio o ser proveedor de la compañía. Su función principal es ofrecerles ahorro y crédito.

En Colombia hay unas 250 asociaciones mutuales, con presencia muy fuerte en Antioquia, que reúnen a unas 200.000 personas. Su foco principal es prestar servicios sociales, aseguramiento, de salud y hasta el ahorro.

Al sumar el número de asociados de cooperativas, fondos de empleados y asociaciones mutuales, la cifra sube a 7.7 millones con cerca de 23 millones de personas que reciben los servicios de una de estas tres formas de organización de economía solidaria.

Así se gestionan las quejas

El conducto regular es el Consejo de Administración, posteriormente al Consejo de Vigilancia, si allí no se resuelve, llega a la Asamblea General. En las cooperativas financieras, la queja se tramita ante el defensor del consumidor financiero.

Fuente: El Colombiano

https://www.elcolombiano.com/tendencias/cooperativas-base-de-la-asociatividad-economica-DI13933909

Desafíos en la pospandemia @EconomíaColombia

Carlos Felipe Córdoba Larrarte

Contralor General de la República

Si, como se espera, que después de la pandemia el país enfrente sustanciales e impactantes cambios en su derrotero social y económico, tenemos que confiar en que uno de ellos, y más que ineludible, será el de la reestructuración del sector salud.

Sin haber superado totalmente la emergencia creada por la pandemia del Coronavirus, se puede afirmar que después de la guerra invisible desatada en el campo sanitario, la Contraloría General de la República, como máxima entidad de control fiscal del país, tiene enfrente ahora, como nunca antes, el desafío planteado por la guerra visible de la corrupción, cuyas manos sucias no descansaron ni siquiera en medio de la tragedia social que sufren millones de compatriotas.

Es increíble que una parte de las ayudas decretadas por el gobierno para aliviar el drama de quienes han tenido que confinarse en sus casas, sin empleo y sin dinero para auxiliar a sus familias, fueran objeto del asalto de intermediarios canallas que, aprovechando la urgencia de la asistencia social, no dudaron en realizar sus tramposos negocios con la comida y los subsidios de los más necesitados. Por fortuna, fueron puestos al descubierto muy temprano y recibirán rápidamente enérgicas sanciones por parte de la Fiscalía General, la Procuraduría General de la Nación y la Contraloría General de la República.

Es una triste situación que el país rechaza indignado y que nos sacude y estimula para no descansar en el objetivo de llevarlos a la cárcel y recuperar los dineros robados a los débiles presupuestos sociales del país. Mediante la decisión de actuar juntos, la Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría nos hemos impuesto la meta de proteger el recurso público en su propia fuente y no tener que esperar, como ocurría antes, cuatro o cinco años para recuperar apenas el 0,4 por ciento de lo que se perdía. En nuestro caso, nos correspondió prácticamente estrenar el nuevo modelo de control fiscal al calor de la crisis desatada por la pandemia que nos afecta, lo que nos permitirá actuar con mayor sentido de oportunidad y con criterio de prevención.

Para cumplir este propósito contamos con equipos de alta tecnología que ya adelantan su riguroso trabajo, en desarrollo de un sistema de control fiscal preventivo y concomitante, que no dará tregua a los corruptos y que está comprometido en acabar la telaraña vergonzosa que existe en la contratación pública.

Si, como se espera, que después de la pandemia el país enfrente sustanciales e impactantes cambios en su derrotero social y económico, tenemos que confiar en que uno de ellos, y más que ineludible, será el de la reestructuración del sector salud, no solo para aumentar sus presupuestos, sino para agilizar la distribución de esos recursos y garantizar que se orienten hacia la modernización tecnológica de la política sanitaria y el apoyo suficiente a la investigación científica y la ciencia médica.

Está comprobado que por lo menos el 60 por ciento de los hospitales públicos de nuestro país tienen graves problemas financieros, a pesar de que anualmente se incorporan inmensos recursos por parte de la Nación y los territorios para atender al sector. Los dineros destinados no fluyen con la diligencia requerida por ineficiencias en la contratación, por el exceso de trámites burocráticos, enredados procedimientos administrativos y, lo que es peor, por la corrupción en algunos eslabones de la cadena.

Ahí tenemos un desafío enorme: trabajar por una nueva política de salud, por nuevos diseños presupuestales, por una acción más contundente de los organismos de control, por una protección integral para quienes trabajan en clínicas, hospitales y entidades sanitarias, no solo en la parte laboral sino también en la operativa. Construir un sistema humanamente más cercano a la gente, como nos enseñaron el coronavirus y la cuarentena que vivimos con ejemplos dolorosos y dramáticos.

Precisamente, en estos días de pandemia, el prestigioso líder de las nuevas tecnologías, visionario y filántropo, Bill Gates, escribía para una publicación internacional que “de ahora en adelante tenemos que distribuir los recursos en función de la salud pública y las necesidades médicas”.

Señalaba que “las pandemias nos recuerdan que ayudar a los demás no solo es correcto, sino que es inteligente. Al fin y al cabo, a los seres humanos no nos unen solo unos valores y unos lazos sociales comunes. También estamos conectados biológicamente por una red de gérmenes microscópicos que vinculan la salud de una persona a la de todas las demás”. Tenemos una voz autorizada que nos convoca a conectarnos con los temas claves del inmediato futuro: la salud y el medioambiente.

Se trata de cultivar el arte de vivir en este mundo tan difícil. Y de recordar que en medio de las pandemias, “a pesar de vivir tan cerca de la muerte, siempre queda la posibilidad de una profunda solidaridad”, y que “ser solidario es un compromiso incondicional con uno mismo y con los demás”, como se desprende de las reflexiones hechas por el nobel de Literatura Albert Camus, en su recordada y elogiada novela La Peste.

Fuente: Revista Economía Colombia

https://www.economiacolombiana.co/actualidad-contraloria/desafios-en-la-pospandemia-693

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